Por María Rodríguez Rodulfo, psicóloga especialista en intervención infanto-juvenil
Chico quiere conocer a chica por Instagram. Se tiran al DM, mandan emojis de fueguitos y envían su ubi para intimar.
Si no has entendido nada de lo anterior, no te preocupes, estamos ante un proceso natural de socialización adolescente en la era digital. Cada vez queda más lejos hablar de “nuevas” tecnologías, ya que lo tecnológico está integrado en nuestros procesos vitales. En la adolescencia, lo que solían ser conversaciones en el patio del instituto, ahora se han expandido a un mundo virtual lleno de posibilidades.
Las redes sociales, las aplicaciones de mensajería y las plataformas de videojuegos son los nuevos lugares de encuentro, donde los/as más jóvenes crean, mantienen y fortalecen sus relaciones sociales. El concepto TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) ha evolucionado para adaptarse al nuevo componente social de la tecnología. A día de hoy, solemos hablar de TRICS, añadiendo la “R” para situar el factor relacional en la definición.
“Tirar al DM”
Volviendo al inicio de nuestra reflexión, expresiones como “tirar al DM” surgen dentro del universo de la comunicación adolescente digital y se instalan como referentes para las relaciones. Este coloquialismo, derivado del término “Direct Message” (Mensaje Directo) es un ejemplo de un fenómeno cultural virtual que define la forma en que la adolescencia interactúa en línea. “Tirar al DM” implica el acto de enviar un mensaje privado a alguien en redes sociales para establecer una conexión más íntima, al igual que enviar emojis de fuego representa tener una atracción por una persona y compartir la ubicación en tiempo real un signo de confianza.
Es comprensible sentirnos perdidos/as en la comprensión de la era digital, que está en constante evolución y actualización. Debemos entender que la adolescencia se enmarca en una cultura nativa digital, lo que significa que han nacido en convivencia con la tecnología desde mediados de la década de 1990 en adelante. Presentan una adaptación intuitiva de las herramientas digitales (solo hay que darse una vuelta por aplicaciones como TikTok para ver todos los usos que emergen). En contraposición, los/as migrantes digitales experimentamos una transición hacia lo digital durante nuestra vida adulta, por lo que el nivel de exposición y adaptación a la tecnología ha sido diferente.
Depende de su uso
La tecnología no es buena ni mala por sí sola, es una herramienta más que depende de su uso. En la actualidad, desempeña un papel fundamental para el desarrollo adolescente, ya que supone una entrada al mundo, un espacio de aprendizaje, una plataforma de expresión y una forma de conectarse con sus iguales. Nuestro rol en el acompañamiento para navegar por el mundo virtual es el de la prevención de los riesgos asociados, como el ciberacoso, la exposición a contenidos inapropiados o el exceso de tiempo frente a las pantallas, pero también el de la promoción de un uso adaptado.
Al ser sujetos activos en el papel de la tecnología en la vida de los/as adolescentes, podemos ayudarles a aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece lo virtual mientras minimizamos los riesgos, permitiéndoles crecer de manera segura y saludable en la era digital.
Sobre María Rodríguez Rodulfo
Psicóloga especialista en intervención infanto-juvenil para la prevención de violencia de género y violencia sexual. El interés por la generación Z y la tecnología le llevan al trabajo con familias, profesionales, niñas/os y adolescentes en la promoción del buen trato. En 2022 fue galardonada por el trabajo de “Prevención de la violencia en la infancia y adolescencia a través del desarrollo afectivo-sexual saludable en centros educativos” en el III Congreso Andaluz de Coeducación.
Puedes leer el primer artículo, “¿Son tonterías de la edad? Entendiendo la adolescencia”, aquí.
