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Para empezar… ¡No es fácil lograr el ideal de ser una persona productiva, así que no te presiones! A pesar de las muchas cosas que se pueden hacer para lograrlo, siempre hay factores externos que influyen. Sabiendo esto, aquí te compartimos ocho consejos que puedes seguir si quieres intentar cambiar tu perspectiva y lograr mayor productividad en tu vida.

Cómo aumentar tu productividad

1. Comienza organizando tus pensamientos

A menudo, nos sentimos abrumadas e improductivas simplemente porque todo lo que podemos ver es la pila de tareas sin terminar frente a nosotras. El simple hecho de pasar por las tareas probablemente no va a ayudar, y puede empeorar las cosas. Es mejor empezar por despejar la cabeza y organizar los pensamientos.

La investigación del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento ha demostrado que la desorganización mental tiende a crear más estrés y comportamiento impulsivo, ninguno de los cuales ayuda a ser una persona productiva.

Entonces, antes de abordar tu lista de tareas pendientes, puedes tomar un momento para pensar, escribir o meditar para poder organizar tus pensamientos. Si comienzas a organizar tus tareas con un sentido de claridad y propósito, será mucho más efectivo al hacer un plan.

2. Planifica tu día (o semana)

Probablemente conoces la sensación. Trabajas y trabajas, pero parece que nunca haces nada importante. Siempre hay algo más que abordar. Esto se puede solucionar con un plan que te ayude a lograr lo más importante.

Planear tu día o tu semana es un ejercicio de disciplina mental. Requiere que consideres lo que es más importante para ti, ya sea en tu trabajo o en tu vida personal, y programa tareas que reflejen esas prioridades. Piensa en ello como una oportunidad para comprobarlo contigo misma y asegurarte de que estás pasando bien tu tiempo.

3. Comienza con algo fácil

Si te preguntas cómo ser más productiva, generalmente no es una buena idea posponer las tareas más grandes y difíciles en favor de las más fáciles. De hecho, una investigación de la Universidad de Emory muestra que las personas que generalmente abordan primero las tareas grandes son más productivas en general.

Dicho esto, cuando inicialmente intentas hacer girar las ruedas de la productividad, puede ser útil comenzar con una o dos tareas fáciles. Marcar algunas cosas rápidas de tu lista puede darte una sensación de logro y establecer el impulso suficiente para ayudarte a ponerte en marcha.

Sin embargo, una vez que hayas obtenido esa oleada de logros, no te quedes atascado en las tareas fáciles. Toma esa energía y utilízala para hacer algo grande.

4. Divide las tareas grandes en otras más pequeñas

Cuando se recurre a un trabajo más complejo, es fácil sentirse abrumada por el esfuerzo requerido. Cuando la línea de meta se siente lejana, es posible que sientas la tentación de darte por vencida o simplemente volver a marcar tareas pequeñas.

El truco aquí, según la investigación de Emory, es convertir esas grandes tareas en pequeñas. Toma el objetivo final de tu proyecto y divídelo en pasos pequeños y manejables que puedas lograr uno por uno.

Dividir las tareas grandes en tareas pequeñas y manejables te ayudará a mantenerte motivada para seguir adelante porque te brinda esos pequeños momentos de logro. Y la motivación es un factor psicológico clave para mantenerse productiva.

5. Crea límites para ti y para los demás

En los ambientes de trabajo de hoy, estamos constantemente distraídos. Las herramientas de comunicación digital nos hacen sentir que debemos estar constantemente disponibles para las personas. Pero esta disponibilidad constante puede tener un gran coste en lo que respecta a la productividad.

Una investigación de la Universidad de California, Irvine, demuestra cómo de costosas pueden ser incluso las distracciones simples. Los resultados mostraron que al trabajador promedio le toma más de 23 minutos recuperar el enfoque después de estar distraído.

¿Qué podemos aprender de esto? Si deseas ser productivo, es importante minimizar las distracciones para que puedas maximizar el enfoque. Y hacer eso requiere que establezcamos algunos límites. Desactivar las notificaciones, cerrar sesión en las redes sociales y avisar a tus compañeros de trabajo cuando no estás disponible. Prueba durante una semana y mira cuánto más puedes hacer.

6. Pide ayuda cuando la necesites

El hecho de que te estés convirtiendo en una maestra de la productividad no significa que no necesitarás ayuda de vez en cuando. Involucrar a otras personas puede ayudarte a mantenerte productiva ahora y en el futuro.

Así, delegar puede reducir el estrés y liberar espacio mental para que puedas concentrarte en las tareas que más te importan.

7. Felicítate cuando logres cosas

El camino para volverse más productiva es largo y se necesita mucha fortaleza mental para mantener el rumbo. En el camino, lograrás muchas cosas, tanto pequeñas como significativas. Tómate el tiempo para reconocer lo que has hecho de vez en cuando.

Si nunca te detienes para darte palmaditas en la espalda, corres el riesgo de concentrarte demasiado en mantenerte productivo. Cuando siempre estás buscando lo siguiente en tu lista, puedes terminar donde comenzaste: abrumado y agotado. Celebra sus logros para que puedas mantener alta tu motivación.

8. Consigue cosas por ti mismo

Las investigaciones muestran que los trabajadores son más productivos cuando están felices. Dar prioridad a algunos de tus propios pasatiempos e intereses puede llenar tu tanque y ayudarte a mantenerte motivada y concentrada para que hagas tu mejor trabajo cuando llegue el momento.

Seguir estos consejos de productividad psicológica te ayudará a recuperar el enfoque y hacer más cosas. Recuerda que la productividad no lo es todo. El agotamiento puede provocar problemas graves de salud física y mental , por lo que es importante estar atenta a los signos. Cuando te obsesionas con la lista de tareas diarias, probablemente sea una buena señal de que es hora de tomar un descanso. En última instancia, serás más productiva a largo plazo. Una buena salud mental es fundamental para tu salud y bienestar general.

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