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Por María Rosa Belmonte Molina, experta en Mindfulness, diversidad e inclusión, bienestar y desarrollo.

Vamos corriendo a todas partes. Si nos preguntan el por qué ni sabemos responder. Pero… no debemos ni podemos parar: las labores de casa, los niños, el trabajo. Además tenemos que ir bien vestidas, con un cuerpo fabuloso y una sonrisa. Tener muchos amigos y amigas, pareja y también hacer muchos viajes. Ah, y documentarlo todo en fotos y RRSS.

Verdaderamente no hay tiempo suficiente para estar perfectas y no sentir o mal. Está epidemia de hacer hacer afecta tanto a mujeres como a hombres, pero es a las mujeres, a las que culturalmente nos ha tocado el rol de cuidadoras y de agradar a los demás.

Dicho esto, las mujeres aún haciendo malabarismos vitales y haciendo todo lo que nos dicen: no somos felices en un alto porcentaje , tenemos el cortisol a tope y lloramos en la ducha.

Podemos claro está, tomar ansiolíticos y antidepresivos pero … ¿no hay nada más? ¿Es esta realmente la solución definitiva?

Las técnicas de atención plena y mindfulness son una alternativa que han llegado para quedarse. No prometen efectos inmediatos pero su práctica continuada disminuye el sufrimiento, da sentido a la vida y favorece la comunicación con los demás.

No es magia, no, es constancia y práctica de la atención que puede conseguirse con dedicar solamente unos diez minutos diarios , durante unos dos meses. Eso sí, de la mano de un profesional que te enseñe y estimule a practicar . ( Son aconsejables los grupos dedicados – ello).

La práctica estimula la neuroplasticidad del cerebro y este cambia.

Como madre mujer de trillizos más una niña en la época en la que eran bebés sucumbí a todas las creencias que nuestra sociedad impone a las mujeres.

No lo supere. No pude con ello. La meditación mindfulness vino a ser el hilo y guía para abrir la mente y parar . Descubrí que se puede vivir de otra manera. Pero eso sí, es necesario comprometerse y practicar.

Merece la pena dedicar ese tiempo que no tenemos por ser mujer a cuidarnos y parar de forma que nos ayudemos a ser más felices y en paz.

Ser mujer hoy no debería ser sinónimo de superwoman si no de libertad de poder elegir sin condicionantes como actuar y cuáles son nuestros valores en la vida sin dejarnos precisamente la vida en el intento.

Probemos la práctica de la atención plena. Nuestro entorno nos lo agradecerá.

 

Sobre María Rosa Belmonte Molina

María Rosa Belmonte Molina es una profesional apasionada y comprometida, con una sólida trayectoria en el ámbito del Mindfulness, la diversidad e inclusión, el bienestar y el desarrollo personal. A lo largo de su vida, ha enfrentado y superado desafíos significativos, lo que le ha permitido cultivar un profundo desarrollo emocional y un firme sentido de justicia. Su propósito es claro: ayudar a los demás y construir un entorno positivo en cada oportunidad que se le presenta, contribuyendo así a un mundo más humano y justo.

 

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