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Maribel Ramírez, vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión en la Universidad de Almería, ha sido una fuerza impulsora en la promoción de la igualdad de género, la inclusión y la educación STEM. En esta entrevista, destaca sus logros, desde la certificación de calidad en igualdad hasta la movilización de instituciones contra la violencia de género. Ramírez comparte su visión para el futuro y enfatiza la importancia de la educación en la transformación de la sociedad hacia un futuro más igualitario y justo.

1. Como vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, has desempeñado un papel fundamental en la promoción de la igualdad en la Universidad de Almería. ¿Puedes compartir algunos de los logros más significativos que has alcanzado en este campo?

Hemos logrado avances significativos en la promoción de la igualdad en nuestra comunidad universitaria. Uno de los logros más destacados ha sido la reciente certificación de calidad (certificado de Sistema de Gestión de Igualdad y el certificado de Sistema de Gestión Igualdad Retributiva de Género) que hemos obtenido en el área de igualdad de género. Este logro es el resultado del compromiso personal constante de todo mi equipo con la promoción de la igualdad de género en nuestra institución.

Desde la creación de la delegación del rector para la igualdad en 2015, hemos trabajado arduamente para establecer un marco normativo sólido que guíe nuestra institución hacia la igualdad de género. La incorporación de la unidad de igualdad de género en nuestros estatutos universitarios en 2018 fue un hito importante que sentó las bases para una transformación profunda en nuestra cultura institucional.

Hemos implementado con éxito políticas y medidas que fomentan la inclusión y la equidad en nuestra comunidad universitaria. La aprobación del protocolo de acoso sexual, acoso por razón de sexo, identidad sexual u orientación sexual aprobado en 2018 envió un claro mensaje de que no toleramos ninguna forma de violencia o discriminación, y en caso de producirse como atajarlo

Nuestro compromiso ha ido más allá del cumplimiento normativo. Hemos promovido una cultura de igualdad y respeto en todos los aspectos de nuestra institución, a través de programas de sensibilización, concienciación y formación.

Es importante destacar que nuestro objetivo principal ha sido crear procesos que perduren y dejen una huella duradera, incluso cuando ya no estemos presentes.

2. Has sido delegada del Rector para la Igualdad de Género y has liderado la creación del I Plan de Igualdad y el Protocolo para la prevención y tratamiento del acoso sexual en la Universidad de Almería. ¿Cómo han impactado estas iniciativas en la comunidad universitaria y en la cultura institucional?

Estas iniciativas han tenido un impacto significativo en la comunidad universitaria y en la cultura institucional de la universidad al abordar de manera proactiva y efectiva cuestiones fundamentales relacionadas con la igualdad de género y la erradicación del acoso sexual. Su liderazgo ha sentado las bases para un entorno más inclusivo y seguro, promoviendo la equidad de género y el respeto mutuo, y contribuyendo a la construcción de una comunidad universitaria más justa y comprometida con la igualdad de oportunidades para todos sus miembros.

3. Como editora y directora de la Revista Igualdad, ¿qué tipo de contenido se aborda en la revista y cuál es su objetivo principal?

Como seguro que sabe bien, en las unidades de igualdad de las universidades, entre otras muchas cosas, trabajamos con el objetivo de sensibilizar a toda la comunidad universitaria en aras a conseguir una mayor igualdad en todas nuestras actividades y ámbitos laborales. Con ese objetivo, creamos en octubre de 2015 la Revista IgUALdad. El contenido es diverso: la revista plantea cuestiones de interés y actualidad pero también presenta modelos femeninos de éxito que pueden servir de referente a nuestros jóvenes.

Planteamos una visión distinta de muchos temas académicos y sociales abordados con perspectiva de género y damos también cabida a las más jóvenes para que aporten su visión de la sociedad con sus artículos, reseñas y aportaciones. La revista tiene también hueco para presentar el panorama de la igualdad en las distintas universidades españolas y hacer un reconocimiento a las mujeres que destacan en algún ámbito. También hay siempre un espacio para que nuestras estudiantes publiquen artículos sobre cuestiones sociales, académicas o culturales. Es una revista donde cabe toda la diversidad que las mujeres viven en su día a día en la actualidad.

4. Además de tu labor en la igualdad de género, también promueves actividades para fomentar las vocaciones STEM entre las jóvenes. ¿Por qué es importante esta iniciativa y cuáles son los resultados que has visto hasta ahora?

En muchos ámbitos profesionales sigue existiendo un sesgo de género. Se sigue asociando a las mujeres con ámbitos como los cuidados, la educación, la salud… Por contra el mundo de la ciencia y la tecnología tiene un déficit de mujeres que poco a poco vamos superando. La ciencia y la tecnología son esenciales para el futuro de nuestra sociedad y en ese terreno se juegan muchas apuestas que van a condicionar nuestro futuro, nuestra forma de afrontar los problemas sociales y afrontar los retos medioambientales y culturales que definirán nuestro modelo de sociedad en los próximos años.

En ese proceso para definir el futuro es importante que las mujeres se incorporen al mundo de la ciencia y la tecnología ya que pueden aportar una visión distinta, más centrada en lo personal, en la interrelación entre personas y con su medio ambiente y más preocupada por el bienestar común. Por eso desarrollamos iniciativas que despierten las vocaciones STEM entre las chicas jóvenes como los campus tecnológicos para chicas, los concursos de robótica o los talleres de informática y electrónica o la celebración del día de la Mujer y la niña en la ciencia. La aportación femenina en estos campos es importante ya que se trata de hacer ciencia en femenino y de aportar modelos y referentes que sirvan de inspiración para nuestras jóvenes.

El mayor resultado de las acciones que hemos puesto en marcha ha sido el incremento de matrículas de mujeres en las titulaciones de ciencias e ingenierías. Desde mi llegada al Vicerrectorado ese incremento ha sido importante. El programa llamado “Ciencia, Ingeniería, Género y Vocación” ha recogido todas las acciones, coordinando esfuerzos para conseguir el objetivo de aumentar el número de mujeres en las titulaciones relacionada con la ciencia y la ingeniería. Los incrementos se han presentado en los informes anuales que se han trasladado al Claustro Universitario y los valoro como un éxito del programa.

5. Eres doctora en Matemáticas y Profesora Titular de Análisis Matemático. ¿Cómo has logrado equilibrar tu carrera académica con tu compromiso en la promoción de la igualdad de género y la inclusión?

En el caso de las mujeres siempre nos encontramos con el problema de la conciliación. No sólo se trata de conciliar mi vida académica, sino también mi vida familiar y personal con mis compromisos con la Igualdad. El equilibrio no siempre es fácil y requiere de mucho esfuerzo, trabajo, organización y, sobre todo, apoyo. Sin el apoyo de mi familia y de mi equipo de compañeros del Vicerrectorado de Estudiantes, Igualdad e Inclusión no sería posible conciliar todas las facetas. Tengo la suerte de contar con una familia y un equipo de trabajo que me han ayudado a desarrollar mis compromisos con la igualdad con mi tarea académica y mi vida personal. Esa ayuda y asumir que en tareas de gestión como la mía hay poco espacio para la vida personal…

6. En 2022, fuiste premiada por el Ayuntamiento de Almería en la categoría “Lucha por la Igualdad”. ¿Qué significó este reconocimiento para ti y cuál crees que es el camino a seguir en la lucha por la igualdad en la sociedad actual?

Los reconocimientos son siempre un aliciente, aun cuando una misma no se sienta especialmente meritoria o destacable. Hay muchísimas mujeres en nuestra ciudad que tienen tantos o más méritos que yo para obtener ese premio. A pesar de ser consciente de eso el premio supuso una constatación de que mi equipo y yo estábamos haciéndolo bien. Todo el trabajo invertido en la promoción de la igualdad estaba dando frutos tanto entre la comunidad universitaria como ante la sociedad.

Nuestro enfoque ha sido siempre el mismo: hemos aprendido que la igualdad no es un destino final, sino un camino en constante evolución. Queda mucho por hacer y nos enfrentamos a desafíos continuos. Ante eso hay tres elementos fundamentales que son la sensibilización, la formación y la acción. No se trata únicamente de hacer cambios normativos. Estos son necesarios, pero no cambian la realidad social de forma profunda. La labor siempre debe iniciarse con procesos de concienciación y sensibilización ante el problema, formación para encontrar las distintas alternativas de forma razonada y coherente y planes de actuación que permitan cambiar la realidad que queremos mejorar. Nuestro enfoque es académico porque somos universitarios, pero nuestras acciones se extienden a toda la sociedad, ya que formamos a las generaciones del futuro, tanto hombres como mujeres. Si cambiamos conciencias, mentalidades y valores en nuestros jóvenes, el futuro será sin duda, mejor.

7. Has sido una figura clave en el proyecto “Almería Unida por la Igualdad” y “Almería unida contra la violencia de género”. ¿Puedes compartir algunos detalles sobre estos proyectos y cómo lograste movilizar a varias instituciones en torno a estos temas?

En la universidad formamos a las personas del mañana, pero nuestras aulas son reflejo de la sociedad que nos rodea. En esa sociedad el problema de la violencia de género y esa lacra se traslada también a nuestras clases. El problema desborda el ámbito universitario. Para enfrentarnos a esa situación necesitábamos contar con toda la sociedad, desde los centros educativos y de salud hasta las administraciones públicas de toda la provincia con competencias en esta materia. La universidad puede formar con perspectiva de género a los futuros abogados, profesores o sanitarios, pero su labor futura y sus problemas actuales no pueden resolverse sólo con la intervención de la Universidad. En su momento estaba convencida de que la lacra social de la violencia de género sólo podría abordarse desde la colaboración conjunta de todas las instancias públicas que pueden influir en su solución.

Esa idea me llevó a llamar a la puerta de distintas instituciones. La universidad está al margen de los vaivenes políticos, pero sabemos que debemos contar con las diferentes administraciones para hacer frente a un problema social tan grave y urgente como la violencia contra las mujeres. Con ese convencimiento tengo que decir que ninguna administración cerró la puerta. Todas estuvieron dispuestas a crear una alianza interinstitucional que tuviera como bandera la lucha contra la violencia de género. Todas las administraciones públicas compartieron -con la universidad- el proyecto de aunar esfuerzos y rediseñar y visibilizar en un programa conjunto las distintas acciones y proyectos que cada cual elaboraba de forma independiente durante el mes de noviembre. Ese programa conjunto aumenta la visibilidad y nos permite, además, coordinar acciones y reunir a personas que suman sus aportaciones a la tarea común.

Este es uno de los resultados de los que me siento más orgullosa. Ha supuesto un impacto positivo en toda la provincia. Ha aparcado personalismos y ha conseguido aunar voluntades. Creo que será uno de los proyectos que tendrá continuidad en el futuro.

8. Desde tu perspectiva como líder en la promoción de la igualdad, ¿cuáles son los desafíos más importantes que todavía enfrenta la sociedad en este campo y cuál es tu visión para el futuro?

Los retos que tenemos por delante son enormes. Hay que seguir luchando contra la brecha salarial que existe todavía entre hombres y mujeres. Seguimos frente al desafío de romper los techos de cristal y los suelos pegajosos que siguen lastrando el desarrollo de las mujeres en muchos ámbitos y que marcan segregaciones horizontales y verticales en muchos campos profesionales. Igualmente hay que seguir profundizando en la ruptura de estereotipos sociales y culturales que relegan a las mujeres a ámbitos como los cuidados, la educación o la salud y que nos presentan modelos de feminidad profundamente perjudiciales para toda la sociedad. Y lo más aterrador es que seguimos frente al reto de erradicar la violencia machista en todas las capas sociales y en todos los tramos de edad. El aumento de la violencia machista entre los jóvenes es un indicador preocupante. Por último el desarrollo actual de la tecnología, la IA y las redes sociales no está ayudando a favorecer la igualdad, sino a profundizar en los roles de género y deformar la presencia pública de las mujeres. Hemos tenido ejemplos muy recientes de uso machista de la tecnología como el caso de los jóvenes de Almendralejo.

Ante todos esos retos sigo creyendo que la herramienta más poderosa para afrontar el futuro es la de la educación. No sólo debemos cambiar leyes y elaborar políticas públicas para hacer frente a todos esos desafíos. Debemos cambiar conciencias, mentalidades, valores sociales, modelos de referencia… Sin ese trabajo educativo no podremos superar los tremendos retos del futuro. La educación es la única herramienta que puede garantizar un futuro más igualitario y más justo para todos. Nuestros jóvenes serán los que configuren la sociedad del futuro y de sus valores, aspiraciones, y referentes surgirán nuevos modelos de relación interpersonal y social.

9. No solo fuiste Premio MIA 2023, sino que además tu perfil fue del más votado por la sociedad en la votación online ¿eres consciente de la estima que te tiene la sociedad? ¿Qué opinión te merecen iniciativas como Mujeres Influyentes de Almería?

En mi trayectoria como miembro del equipo de Gobierno de la Universidad mi único objetivo ha sido contribuir, desde mis posibilidades y mi compromiso personal, con la tarea que me encomendó el rector. Los reconocimientos has sido un regalo que no entiendo como algo personal, sino compartido con mi equipo y con toda la universidad. Sin embargo, lo que más me abruma y me supone una responsabilidad añadida es darme cuenta del cariño recibido en estos años desde las instituciones y desde las personas anónimas. Ha sido un descubrimiento del que no era consciente en mis primeros años de gestión universitaria.

Yo estoy convencida que la mejor herencia que podemos dejar en nuestros jóvenes es la de proporcionarles raíces que los asienten en su entorno y les comprometan con él y facilitar alas que les permitan volar más alto de lo que nosotros hemos sido capaces de hacerlo. Para mí el impacto que mi gestión ha tenido en las personas es la herencia más importante que puedo dejar y el hecho del que me siento más orgullosa. No podré devolver nunca el inmenso cariño recibido. Es una deuda muy difícil de saldar.

Y entre los deudores están iniciativas como la de Mujeres Influyentes de Almería. Creo que iniciativas como esta ayudan a visibilizar una realidad que existe en nuestra provincia y que afloran gracias al trabajo que se realiza con estos proyectos.

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