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Hay personas que dejan huella con su talento, pero sobre todo con su alma. ANAMAR es una de ellas. Su voz, su arte y su compromiso con el flamenco y la cultura la convierten en una artista excepcional, pero es su generosidad, su sensibilidad y su manera de estar en el mundo lo que la hace única. En los II Premios MIA, nos regaló un momento mágico con su interpretación de «Compañera», unas palabras que hoy resuenan con más fuerza que nunca, porque ella es precisamente esa compañera MIA que toda mujer querría tener a su lado: fuerte, creativa, comprometida y con un corazón inmenso.

Ahora, se embarca en un nuevo reto con el musical Bodas de Sangre, una obra que lleva el sello inconfundible de Lorca y el alma profunda del flamenco. El estreno es inminente, el próximo 27 de febrero en el Teatro Cervantes de Almería. En esta entrevista, nos habla de su pasión, de los retos que ha superado y del amor incondicional que siente por su arte y su gente.

ANAMAR no solo canta, siente. No solo interpreta, trasciende. Y en cada paso que da, nos recuerda que el flamenco, la cultura y la educación son caminos para transformar el mundo. Gracias, compañera MIA, por ser inspiración, luz y arte en estado puro.

 

El próximo 27 de febrero se estrena el musical Bodas de Sangre en el Teatro Cervantes de Almería, donde participas. ¿Qué nos puedes contar sobre este proyecto y tu papel en él?

Este proyecto significa muchísimo para mí puesto que, uno de los grandes sueños de mi vida, era ser actriz. Cuando las chicas de ‘Agosto del 36’, Marina Cabañero y Teresa Franco, que son dos directoras maravillosas, se pusieron en un primer momento en contacto conmigo, me hizo muchísima ilusión. Pero yo estaba embarazada y coincidía el estreno con mi parto. Así que la primera vez que se hizo Bodas de Sangre, no pude estar. La segunda, tampoco. Pero este verano se le volvió a quedar el personaje que tenían pensado para mí libre y me llamaron, y bueno para mí fue un sueño.

En cuanto a mi papel, la verdad que es un personaje que me va fenomenal. Hago de la vecina y la luna, y me encanta porque al final el nexo de unión entre ellas, al menos para mí, es el ser portadoras de noticias y me parece chulísimo. Además, toda la música que hay compuesta en torno a la luna es un un pasote.

¿Qué significado tiene para ti llevar una obra tan emblemática de Lorca al escenario, desde la perspectiva flamenca?

Lorca y el flamenco van cogidos de la mano. Creo que, actualmente, la historia del flamenco más reciente, y bueno… no tan reciente, no se puede entender sin las letras de Lorca. Al final, absolutamente todos los cantaores hemos bebido de ahí. Llevar una obra tan importante de Lorca, y además para mí como almeriense, que tanta relación tiene la historia con nuestra provincia, ha sido súper motivador y súper importante.

¿Cómo ha sido el proceso de preparación para este musical?

El proceso de preparación ha sido complicado en algunos aspectos, porque claro, yo no soy actriz. Entonces, aunque he estudiado mucho, oposiciones y todas esas cosas…, al final, aprenderme un texto, aunque me suene, no deja de ser complicado y la música de este musical, que es una maravilla, tiene su dificultad. Yo al final estoy acostumbrada a cantar yo sola con una guitarra o cantarle al baile o sí, otros espectáculos, pero nunca había hecho un musical. Entonces, hay muchas cosas que son complicadas y que he tenido que preparar mucho con la maravillosa directora vocal que tiene la compañía, que se llama Paula Girona, que es una auténtica máquina.

 

Tus vídeos sobre la historia del flamenco están teniendo un gran éxito en Redes Sociales. ¿Qué te llevó a crear esta serie, y qué impacto esperas que tenga en la difusión del flamenco?

El tema de los vídeos nace por la necesidad que yo tenía de un poco volver a dejar salir a esa Anarmar maestra y profesora, porque al final yo trabajo de profe en un conservatorio, pero no tengo docencia directa, trabajo de cantaora acompañante. Tras tantísimos años de estudio, tanta información en mi cabeza, tantas cosas que leo… no sé, sentí como el impulso y la necesidad de contárselo al mundo. No sabía si me iban a escuchar tres personas o me iban a escuchar 10.000, pero me daba igual. Además, todo esto también animada por mi pareja, que sabe que todo esto me encanta, y que no he dado el paso porque algunas veces, aunque no lo parezca, soy una persona ‘cagadísima’.

No tenía ni tengo ninguna expectativa de si va a tener más impacto o menos. A mí lo único que me importa es que si ‘x’ personas que me escuchan aprenden algo o les resulta curioso algo de lo que cuento, pues bienvenido sea porque para eso está.

Perteneces a la Peña Flamenca El Morato, un espacio emblemático. ¿Qué papel juegan las peñas flamencas en la preservación y difusión de este arte?

Las peñas flamencas juegan un papel fundamental en la difusión del flamenco. Personalmente, nunca hubiera llegado a ser nada, si es que soy algo, de no haber sido por el impulso de las peñas flamencas. Son tan generosas que te ofrecen un espacio, y en concreto hablo de mi peña El Morato, donde puedes nutrirte en primera persona de los conocimientos y la sabiduría de la afición, tanto de los más mayores como de los más jóvenes. Puedes conocer gente que comparte tus mismas inquietudes y tu misma afición, que es el flamenco. Y, sobre todo, algo fundamental para el desarrollo de un artista es darle ese espacio, un escenario, donde poder enfrentarse a un público y desarrollar su arte.

Participas activamente en proyectos de sensibilización, como Desmitificando el amor romántico en la copla. ¿Qué mensajes clave buscas transmitir con estas iniciativas?

La música mueve montañas y los mensajes que se transmiten con música, calan más siempre. Hay letras de canciones que nunca olvidamos, quedan ahí grabadas para siempre en lo más profundo de nuestra memoria y salen a la luz en cualquier momento de nuestra vida, depende de cómo nos encontremos. Entonces, lo que yo busco a través de estos talleres es precisamente eso, a través de la música, seguir concienciando a todas estas personas que vienen a verme, para que esta sociedad, en la que mensajes horribles y tanto odio están ahora tomando el protagonismo, pues luchar contra ellos. Luchar contra esa lacra que nos lleva persiguiendo desde todos los tiempos, como es el machismo recalcitrante, de esta sociedad.

Eres la primera mujer en lograr el título en Enseñanzas Artísticas Superiores de Cante Flamenco. ¿Qué significó este logro para ti, y cómo crees que ha influido en tu carrera?

Fue muy importante, María, porque fue una superación muy grande a nivel personal. Fueron años muy duros. Yo por aquel entonces, ya estaba trabajando de maestra en Andalucía, había aprobado mis oposiciones. Estuve cuatro años estudiando, trabajando, viviendo en Córdoba y viniendo todos los fines de semana a Almería para hacer bolos. Y eso, la verdad, es lo que ha marcado mi actualidad.

 

Como profesora en el Conservatorio de Danza de Murcia, tienes la oportunidad de formar a las nuevas generaciones en el arte del flamenco. ¿Qué aspectos consideras más importantes al transmitir este legado y cómo trabajas para inspirar a tus estudiantes?

La verdad que a mi la enseñanza me encanta. Tener la oportunidad de transmitirle a mi alumna, aunque sea de una manera un poco más indirecta que si tuviera clase con ella, a clase me refiero a docencia directa, como te comentaba antes. Pero desde desde mi posición de músico acompañante, que quizás es un poco más distendida, tengo la oportunidad de transmitirle inquietudes, de darle consejillos: ‘pues mira esto’, o ‘escucha esto’ o ‘mira este vídeo’ o ‘mirad qué bonita esta letra para este baile’… y luego incluso intentas que se fijen un poco en las letras que dicen, que no sea venga, aquí bailas por bailar, me encanta esta labor, la verdad.

Pero lo más importante para mi, y es mi razón principal como docente, es intentar que sean buenas personas, ya está. El arte contribuye mucho a eso y yo lo único que realmente quiero es que a través del conocimiento, en mi caso del flamenco, reflexionen y sean buenas personas.

Tu conexión con el público es especial, lo vivimos de primera mano en la gala de los II Premios MIA. ¿Qué significa para ti cada actuación y cómo logras transmitir esa intensidad en el escenario?

Muchas gracias por lo de la conexión con el público. No hay nada más bonito que le puedan decir a un artista. De hecho, para mí es mucho más importante que te digan eso a qué bien has cantado. Remover al público es lo más bonito que me puede pasar. Yo siempre que me subo al escenario intento ser yo y contar mi verdad, cómo entiendo el cante, cómo entiendo la música en general y dar mi corazón a través del flamenco.

Con una carrera tan polifacética, ¿cómo te ves en el futuro? ¿Cuáles son tus sueños y metas?

Pues mira, no sé dónde me veo en un futuro, pero me veo haciendo cosas super bonitas y, sobre todo, cosas que tengan un trasfondo más allá de la belleza estética de la música. Ahora tengo un proyecto entre manos, que pronto verá la luz, y que me hace muchísima ilusión. Así que cuando se haga público, ya volveremos a hablar y te lo contaré, ¿vale?

Muchísimas gracias por esta entrevista tan bonita y por querer contar conmigo para esta plataforma, esta maravillosa tribu de mujeres extraordinarias almerienses, que es Mujeres Influyentes de Almería.

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